Testamento Ológrafo: Ventajas e Inconvenientes

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Un testamento ológrafo es un documento legal escrito a mano por el testador.

En este artículo, exploraremos en detalle qué es un testamento ológrafo, los requisitos legales que debe cumplir, y cómo redactarlo correctamente en español.

Conoce los beneficios y limitaciones de este tipo de testamento y asegúrate de proteger tus bienes y legados según tus deseos.

Índice
  1. ¿Qué es un testamento ológrafo?
  2. ¿Regulación del testamento ológrafo?
  3. Requisitos de un testamento ológrafo
  4. Aspectos a tener en cuenta en el testamento ológrafo
  5. Modo de actuar con un testamento ológrafo
  6. Ventajas de un testamento ológrafo
  7. Desventajas de un testamento ológrafo
  8. Impugnación de un testamento ológrafo

¿Qué es un testamento ológrafo?

Un testamento ológrafo es aquel que está escrito a mano y firmado por el propio testador.

Aunque es legal dejar un testamento ológrafo, en la actualidad es una modalidad con un uso muy infrecuente, por las desventajas que supone. Un testamento que se haga ante un notario presentará menos desventajas y costos para los herederos.

Cabe recordar que el testamento es un documento en el que una persona expresa sus últimas voluntades y la forma en que desea que sean repartidos sus bienes.

Existen diversas modalidades de testamento, como el testamento abierto, el testamento cerrado y el testamento ológrafo, entre otros.

¿Regulación del testamento ológrafo?

El testamento ológrafo, aquel que es escrito de puño y letra por el testador, es regulado en el sistema jurídico español.

Este tipo de testamento es considerado válido siempre y cuando se cumplan ciertos requisitos establecidos en los artículos 688 a 693 del Código Civil.

El artículo 688 del Código Civil establece que el testamento ológrafo debe estar escrito en su totalidad y estar firmado por el testador. Además, se exige que sea realizado de forma personal y que contenga la fecha en que fue creado.

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El testamento ológrafo debe cumplir con ciertas formalidades para ser válido.

Por ejemplo, debe ser escrito en papel, aunque no se especifica el tipo de papel.

También se debe evitar el uso de tachaduras o enmiendas, ya que podrían afectar la validez del documento.

En caso de que el testador no pueda firmar el testamento ológrafo debido a una incapacidad física, se permite que otra persona lo haga a su solicitud y en su presencia.

Esta persona debe firmar también y dejar constancia de las circunstancias en que se realiza dicha firma.

Es importante destacar que el testamento ológrafo no requiere de la presencia de testigos, a diferencia de otros tipos de testamentos.

Esto le confiere una mayor facilidad y flexibilidad al testador, quien tiene la posibilidad de expresar su voluntad de forma más personal y sincera.

Requisitos de un testamento ológrafo

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Para que un testamento ológrafo sea válido, debe reunir los requisitos del artículo 688 del Código Civil:

  • Que el otorgante sea mayor de edad.
  • Estar escrito a mano y firmado por el propio testador.
  • Expresar claramente el día, mes y año en que se realizó.
  • En caso de que el documento tenga palabras tachadas, enmendadas o entre renglones, el testador las salvará bajo su firma.

Un testamento ológrafo es aquel que es redactado de puño y letra por el testador, sin necesidad de la intervención de un notario.

Sin embargo, para que tenga validez legal, es fundamental que cumpla con los requisitos establecidos en el Código Civil.

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Estos requisitos buscan asegurar la autenticidad y voluntad del testador al momento de redactar su testamento.

En primer lugar, es necesario que el otorgante sea mayor de edad.

Esta condición garantiza que el testador tenga la capacidad legal para tomar decisiones y expresar su última voluntad de forma libre y consciente.

Además, el testamento ológrafo debe estar completamente escrito a mano por el propio testador.

Esto implica que no se puede utilizar una máquina de escribir o un dispositivo electrónico para redactarlo.

Asimismo, es fundamental que esté firmado por el testador, ya que esto confirma su voluntad y autenticidad.

Otro requisito es que el testamento ológrafo exprese claramente la fecha en la que fue realizado.

Esto permite determinar si el testador estaba en pleno uso de sus facultades mentales al momento de redactarlo y firmarlo.

Por último, si el testamento contiene palabras tachadas, enmendadas o se encuentra escrito entre renglones, el testador debe salvar estas irregularidades bajo su firma.

Esto evita posibles fraudes o modificaciones indebidas en el documento.

En resumen, los requisitos para que un testamento ológrafo sea válido son:

  • que el otorgante sea mayor de edad,
  • que esté escrito a mano y firmado por el testador,
  • que exprese claramente la fecha y que
  • cualquier irregularidad en el texto sea salvada bajo la firma del testador.

Cumplir con estos requisitos garantiza la validez legal del testamento y que se respeten las últimas voluntades del testador.

Aspectos a tener en cuenta en el testamento ológrafo

El testamento ológrafo es una forma de testamento que se caracteriza por ser escrito de puño y letra por el testador, sin necesidad de la intervención de un notario.

Aunque su validez puede variar según la legislación de cada país, existen dos aspectos importantes que se deben considerar al redactar un testamento ológrafo.

Primer aspecto: Idioma original del testador

Si el testador es extranjero, tiene la posibilidad de emitir su testamento ológrafo en su idioma original.

Esto puede ser especialmente relevante si el testador no se siente cómodo o seguro redactando el testamento en el idioma del país en el que reside.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que, dependiendo de la legislación local, es posible que se requiera una traducción oficial del testamento para su validez legal.

Segundo aspecto: Custodia del testamento

Un testamento ológrafo puede ser entregado por quien lo hace a una persona de su confianza, para que lo custodie hasta el momento del fallecimiento del testador.

Esta persona se convierte en el depositario del testamento y tiene la responsabilidad de asegurarse de que se cumplan las voluntades del testador una vez que este fallezca.

Es importante elegir a alguien de confianza y comunicarle claramente su papel y responsabilidades en relación con el testamento.

En conclusión, al redactar un testamento ológrafo, es fundamental tener en cuenta el idioma original del testador y considerar la custodia adecuada del documento.

Estos aspectos garantizan que las voluntades del testador se cumplan de acuerdo a sus deseos y en cumplimiento de la legislación correspondiente.

Modo de actuar con un testamento ológrafo

La persona que posea un testamento ológrafo deberá presentarlo ante un notario en un período de 10 días a partir del momento en que se entere del fallecimiento del otorgante.

Si no lo hace en ese plazo, será responsable de las consecuencias que esto pueda ocasionar y estará sujeto a pagar una multa.

El testamento ológrafo puede ser presentado ante un notario por cualquier heredero, legatario, albacea o persona que tenga algún interés en el documento.

Una vez producido el fallecimiento del testador, se deben llevar a cabo una serie de trámites para ejecutar el testamento ológrafo:

Comprobación de la autenticidad del testamento, que anteriormente se realizaba ante un juez y actualmente se realiza frente a un notario.

Presentación de testigos que puedan verificar la autenticidad del testamento. En caso de no ser posible, se someterá el documento a una prueba pericial caligráfica para determinar su autenticidad.

Emisión de un acta por parte del notario, donde se dejarán constancia de las acciones realizadas. Si el análisis resulta positivo, el escrito será protocolizado en los registros notariales. Por otro lado, si el análisis arroja un resultado negativo, el documento será rechazado y no podrá ser protocolizado.

Es importante destacar que un testamento ológrafo pierde su validez si transcurren 5 años desde el fallecimiento del testador y no se ha realizado el proceso de validación y apertura.

Por lo tanto, es fundamental presentarlo ante un notario y protocolizarlo antes de que transcurra dicho plazo de 5 años.

Ventajas de un testamento ológrafo

El testamento ológrafo ofrece diversas ventajas que lo convierten en una opción atractiva para aquellos que deseen expresar su voluntad en materia de sucesión:

  • Es sencillo de realizar. Cualquier persona mayor de edad puede redactarlo, dejando plasmada su voluntad y añadiendo la fecha en que fue escrito.
  • Es económico, ya que no implica los costos asociados a los trámites notariales tradicionales.
  • Es secreto, brindando la posibilidad de que su existencia y contenido sean desconocidos para terceros.
  • Permite a personas enfermas realizar un testamento sin necesidad de acudir a una notaría, facilitando el cumplimiento de sus deseos testamentarios.

Estas ventajas hacen del testamento ológrafo una alternativa práctica y accesible para aquellos que deseen dejar constancia de su voluntad en materia testamentaria, garantizando así la correcta disposición de sus bienes en el futuro.

Desventajas de un testamento ológrafo

Igualmente, el testamento ológrafo tiene algunas desventajas a valorar:

  • El hecho de que sea secreto puede representar también una desventaja, ya que puede ocurrir que no se presente y, por lo tanto, no se cumpla la última voluntad de la persona fallecida.
  • En ocasiones, es complicado comprobar su autenticidad, lo que da la posibilidad de que sea impugnado por algún heredero.
  • Puede ocurrir que, por desconocimiento de las normas básicas de derecho de sucesiones, el testamento no cumpla con los requisitos que exige la ley, y pueda ser entonces declarado nulo.

Es importante que la persona que vaya a hacer un testamento ológrafo se asesore con profesionales en la materia, para que el contenido del mismo se ajuste a la normativa que rige en materia de sucesiones.

Por ejemplo, para que no deje de considerar a los herederos forzosos, ya que, de ocurrir esto, el testamento será nulo.

En estos casos, se procede como si la persona fallecida no hubiese testado.

Aunque para el testador hacer un testamento ológrafo no representa ningún gasto, todo el proceso que debe llevarse a cabo ante un notario después del fallecimiento (presentación, validación de la autenticidad, protocolización, apertura, legalizaciones, repartición, etc.) sí tiene costes asociados que deberán pagar los herederos, además de las tasas.

Todo este proceso causa a veces un fuerte desgaste psicológico en los herederos, para quienes es recomendable también buscar asesoramiento profesional para llevar adelante el proceso.

Impugnación de un testamento ológrafo

Un testamento ológrafo puede ser impugnado por cualquier persona que se considere con derecho a heredar a la persona que lo otorgó.

Se puede impugnar un testamento ológrafo por diversas razones:

  • No cumplir con el reparto de la porción de la herencia que se denomina la legítima, de la forma en que lo dispone la ley. Esto es: que se haya excluido algún heredero forzoso o no se le haya dejado la porción de herencia que le corresponde.
  • Tener algún defecto de forma. Por ejemplo, que presente enmiendas y tachaduras que no hayan sido validadas con la propia firma del testador.
  • Dudar de la capacidad de obrar del testador en el momento en que hizo el testamento. Es decir, existir la duda de que tuviera las facultades mentales necesarias para haber escrito su testamento.
  • Tener conocimiento de que el testador ha sufrido amenazas o coacciones para redactar el testamento. En ese caso, se podrá proceder a solicitar la impugnación del testamento por dolo o coacción.

El plazo máximo para solicitar la impugnación de un testamento ológrafo es de 5 años tras la muerte del testador.

La solicitud de impugnación se hará en el lugar donde residía el fallecido.

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Esperanza Sánchez Solís

Esperanza Sánchez Solís

Abogada colegiada del Ilustre Colegio de Sevilla núm. 7773. Máster en Derecho por la Universidad de Sevilla. Letrada con más de 25 años de experiencia.

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