Días de asuntos propios: ¿Existe este derecho laboral?

Los días de asuntos propios, también conocidos como días de libre disposición, son un tipo de permiso laboral que permite al trabajador ausentarse de su puesto de trabajo sin necesidad de justificar una causa específica, a diferencia de otros permisos como el permiso por matrimonio, fallecimiento, o traslado, que están regulados en el Estatuto de los Trabajadores.

En este artículo, te explicamos qué son exactamente estos días, cómo se regulan y cómo puedes utilizarlos.

¿Qué son los días de asuntos propios?

Los días de asuntos propios son aquellos días en los que un trabajador puede faltar a su puesto de trabajo sin necesidad de justificar una causa concreta ante la empresa, siempre y cuando haya dado un aviso previo y obtenido la autorización del empleador.

Estos días pueden estar regulados como permisos retribuidos o no, dependiendo de lo que establezca el convenio colectivo o la normativa interna de la empresa.

¿En qué se diferencian de otros permisos?

A diferencia de los permisos retribuidos regulados en el Estatuto de los Trabajadores, como los permisos por causas familiares o eventos importantes (matrimonio, fallecimiento, enfermedad grave de un familiar, etc.), los días de asuntos propios no requieren que el trabajador justifique un motivo específico para ausentarse.

Son días que pueden utilizarse para cualquier asunto personal que el trabajador considere necesario, siempre dentro de los límites establecidos por la normativa aplicable.

¿Quién tiene derecho a días de asuntos propios?

Uno de los puntos más importantes a aclarar es que no todos los trabajadores tienen derecho a días de asuntos propios.

Este tipo de permiso no está recogido en el Estatuto de los Trabajadores, lo que significa que no es un derecho general para todos los empleados en España.

Solo tienen acceso a este tipo de permisos aquellos trabajadores que lo tengan expresamente reconocido en su convenio colectivo, en el convenio de la empresa, o en las normas internas de la misma.

También pueden otorgarse por usos y costumbres que se hayan consolidado en la empresa a lo largo del tiempo.

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Excepción para empleados públicos

Una excepción a la falta de regulación general en el Estatuto de los Trabajadores es el caso de los empleados públicos. Para ellos, los días de asuntos propios están reconocidos en el Estatuto Básico del Empleado Público (EBEP).

Este documento regula con carácter general este tipo de permisos, estableciendo que los empleados públicos pueden disfrutar de un número determinado de días de libre disposición cada año.

¿Cuántos días de asuntos propios se pueden tener?

El número de días de asuntos propios a los que un trabajador puede tener derecho varía dependiendo de las normas específicas que se apliquen en cada empresa o sector.

Es decir, el convenio colectivo, el convenio de empresa o los usos y costumbres de la organización serán los que determinen cuántos días corresponden a cada trabajador.

¿Son retribuidos o no retribuidos?

Otra cuestión relevante es si estos días son retribuidos o no.

Esto también dependerá de lo que esté recogido en la normativa que regule el derecho a los días de asuntos propios en cada caso.

En algunos convenios colectivos, estos días pueden ser retribuidos, lo que significa que el trabajador sigue recibiendo su salario a pesar de la ausencia.

En otros casos, los días de asuntos propios pueden no ser retribuidos, lo que implica que la empresa no paga al trabajador por los días en los que se ausente por este motivo.

Por lo tanto, es fundamental que los trabajadores revisen el convenio colectivo aplicable a su sector o las normas internas de su empresa para saber si los días de asuntos propios están remunerados o si implican una reducción salarial por los días no trabajados.

¿Cómo se solicitan los días de asuntos propios?

El proceso para solicitar los días de asuntos propios varía de una empresa a otra y debe estar establecido en el convenio colectivo o en las normas internas de la empresa.

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Algunos aspectos clave que pueden regularse incluyen:

• Antelación con la que deben solicitarse: Algunas empresas pueden exigir que el trabajador notifique con cierta anticipación su intención de utilizar uno de estos días.
• Momento del disfrute: Es posible que el uso de los días de asuntos propios esté restringido a determinados periodos o que no puedan coincidir con épocas de alta demanda laboral.
• Autorización del empleador: Aunque no se requiere justificación, sí es común que el trabajador deba obtener el permiso del empleador antes de ausentarse.
• Límite de uso por año: Dependiendo del convenio, puede haber un número máximo de días de asuntos propios que el trabajador puede utilizar cada año.

Es importante que los empleados estén bien informados sobre las condiciones bajo las cuales pueden disfrutar de estos días, ya que el mal uso de los mismos puede acarrear sanciones o problemas laborales.

¿La empresa puede denegar el permiso?

Aunque los días de asuntos propios no requieren justificación por parte del trabajador, la empresa sí tiene cierto margen para negar el permiso si considera que la ausencia del empleado en un momento concreto afectará negativamente al funcionamiento de la empresa.

Por este motivo, es fundamental que el trabajador notifique con suficiente antelación y dialogue con su empleador para coordinar la ausencia de manera que no interfiera con las necesidades organizativas.

Ejemplos de uso de días de asuntos propios

Los días de asuntos propios pueden utilizarse para una amplia variedad de razones personales, que no necesariamente tienen que ser justificadas ante la empresa.

Algunos ejemplos comunes incluyen:

• Asuntos personales como la gestión de trámites o reuniones importantes.
• Citas médicas o revisiones de salud.
• Imprevistos familiares que no estén contemplados en los permisos retribuidos del Estatuto de los Trabajadores.
• Viajes personales o cuestiones relacionadas con el descanso.

Días de asuntos propios en el sector público

En el caso de los empleados públicos, el Estatuto Básico del Empleado Público (EBEP) establece que tienen derecho a un número determinado de días de libre disposición cada año.

Este número puede variar dependiendo de la administración o entidad pública en la que se trabaje, pero generalmente se otorgan entre 3 y 6 días anuales.

Además, en algunos casos, los empleados públicos pueden acumular días adicionales de libre disposición en función de su antigüedad o de la recuperación de días festivos trabajados.

En resumen, los días de asuntos propios son un recurso valioso para los trabajadores que necesitan gestionar asuntos personales sin la necesidad de justificar su ausencia.

Permisos retribuidos en el Estatuto de los Trabajadores: Conciliación laboral y familiar

Sin embargo, es fundamental que los empleados conozcan bien las normativas aplicables en su empresa o sector para hacer un uso adecuado de estos días.

Al no estar recogidos en el Estatuto de los Trabajadores, los convenios colectivos y las normas internas de la empresa son los que determinarán si tienes derecho a estos días, cuántos puedes utilizar y si serán retribuidos o no.

Si tienes dudas sobre si puedes disfrutar de días de asuntos propios o cómo solicitarlos en tu empresa, siempre es recomendable consultar tu convenio colectivo o acudir a un abogado laboral que pueda asesorarte adecuadamente.

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