Dies a quo: Qué es?

La expresión "Dies a quo" es un término jurídico de origen latino utilizado ampliamente en el ámbito del Derecho para referirse al día a partir del cual comienza a contarse un plazo legal o procesal determinado.

Dies a Quo qué significa

Esta locución, que se traduce literalmente como "el día desde el cual", marca el inicio de un período de tiempo que es esencial para la ejecución de actos jurídicos, el ejercicio de derechos o el cumplimiento de obligaciones.

El concepto de "dies a quo" juega un papel crucial en diversas áreas del Derecho por varias razones:

  1. Determinación de Plazos: Sirve como punto de partida para el cálculo de plazos legales o procesales, incluidos aquellos relacionados con la prescripción, caducidad, apelación, pago, entre otros, estableciendo con claridad el inicio y, por ende, el final de estos períodos.
  2. Certidumbre Legal: Brinda seguridad jurídica a las partes involucradas, permitiéndoles conocer con precisión cuándo deben realizar determinadas acciones o cuándo un derecho puede ser ejercido o considerado como expirado.
  3. Gestión de Procesos: En el contexto de los procesos judiciales, los plazos son fundamentales para la gestión eficiente y efectiva de los mismos. El "dies a quo" marca el inicio de estos plazos procesales, contribuyendo a la organización y fluidez del procedimiento.
  4. Efectos Jurídicos: Desde el "dies a quo" empiezan a surtir efecto diversas consecuencias jurídicas, tales como la acumulación de intereses en el ámbito financiero o el comienzo de la responsabilidad por incumplimiento en el contexto contractual.

La determinación del "dies a quo" puede variar según la naturaleza del acto jurídico en cuestión.

Este puede ser un día específicamente señalado por la ley, la fecha de un evento significativo (como la firma de un contrato o la ocurrencia de un hecho particular), o el momento en que una persona toma conocimiento de una situación que le otorga derechos u obligaciones (como sucede con la notificación de una resolución judicial).

Es un concepto dinámico, que se ajusta a las particularidades de cada situación jurídica, funcionando como un referente indispensable para el cómputo de plazos en el ámbito del Derecho.

Su correcta aplicación es fundamental para evitar la pérdida de derechos por la expiración de términos o el incumplimiento de obligaciones legales.

Esperanza Sánchez Solís

Esperanza Sánchez Solís

Abogada colegiada del Ilustre Colegio de Sevilla núm. 7773. Máster en Derecho por la Universidad de Sevilla. Letrada con más de 25 años de experiencia.

Relacionado

Subir
Utilizamos cookies propias y de terceros para fines analíticos y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos.   
Privacidad