El parlamento acaba de aprobar la nueva ley de tasas judiciales.
Como abogados preocupados por la limitación del acceso a los tribunales y a la justicia, hace poco publicamos un artículo cuyo título, Justicia de Lujo, adelantaba información sobre este proyecto, decidido a imponer tasas para poder ejercitar este derecho básico de acceso a la justicia reconocido en nuestra Constitución.
Ahora ya sólo queda la aprobación en el Senado y podría estar vigente antes de que termine noviembre.
Este tema no es algo que afecte directamente a los profesionales del derecho, abogados y procuradores, sino que va a significar que todos los ciudadanos, pequeñas y medianas empresas, que hasta el momento podían acudir al auxilio de un tribunal reclamando sus derechos, estarán obligados a pagar una tasa para poder hacerlo.
Hasta el momento dichas tasas sólo las pagaban las grandes empresas, pero ahora ya no.
¿Qué significa esto a efectos prácticos? Por ejemplo.
1) Un trabajador es despedido y considerando injusto el despido reclama contra la empresa.
Esta reclamación estará exenta del pago de tasas judiciales, sin embargo si no estiman su demanda en el Juzgado y el trabajador decide recurrir, entonces tendrá que pagar 500 euros de tasas judiciales.
2) Si a cualquier pequeño empresario o profesional no le pagan una factura y éste quiere reclamar judicialmente contra el moroso, tendrá que abonar una tasa que oscilará entre 100 y 300 euros, sólo para intentar conseguir que le paguen lo que le deben.
3) Supongamos que nos han puesto una multa de tráfico, de transporte o una sanción administrativa de cualquier tipo y queremos recurrirla ante los tribunales.
En este caso el importe a pagar será de 200 euros.
Y como estos ejemplos muchos más.
Por el ministro se alega que esto permitirá agilizar la Justicia, dado que se evitarán muchos pleitos innecesarios.
A algunos nos parece que realmente se limita y se lesiona de manera grave el derecho a la justicia, coartando y limitando la posibilidad de miles de ciudadanos y pequeños empresarios a reclamar aquello que consideren justo acudiendo a la sede judicial.
Escrito por Esperanza Sánchez Solís Abogada